¿Cómo
nace Catia TV?
Nace
para combatir los monopolios mediáticos. En los primeros momentos se conformó
como un cine club donde se proyectaban películas alternativas a los films norteamericanos, es decir películas
latinoamericanas, cubanas, europeas. La idea fue mostrar a la gente que había
otro cine, otras formas de vivir y de pensar.
Con
el avance de la tecnología se pudo reemplazar las tradicionales películas
de cine por cámaras de
video con proyector.
De esta manera se empezó a hacer documentales de la comunidad, lo que permitió
que la asistencia y el interés de la población se multiplicaran. Surge la
necesidad de la gente de verse reflejada en los documentales, al tiempo que se
acrecienta la necesidad de estar presente en la televisión, para mostrar sus
luchas, sus conquistas.
La
idea de hacer una televisora del barrio se
mantuvo engavetada por varios años, pues no había la posibilidad legal de
constituirse como tal. Los únicos medios alternativos que podían salir al aire
eran unas radios ubicadas en la frontera con Colombia, aunque eran
permanentemente cerradas o perseguidas. Se les acusaba de ser radios
guerrilleras.
En
este punto surge el proceso de debate
sobre la Constituyente, durante el gobierno de Hugo Chávez. En esta coyuntura,
mientras se analizaban las reformas a la Ley de Telecomunicaciones, gracias al
‘Movimiento por la Libre Comunicación’ se logró incluir a los medios
alternativos comunitarios como parte del espectro eléctrico en radio y
televisión. CATIA TVE es la primera televisora que logra conseguir
el permiso de funcionamiento. Oficialmente nosotros iniciamos la transmisión el
30 de marzo de 2001.
Una
vez constituido el canal, ¿cómo hacen para financiar la programación?
Nos
financiamos haciendo videos por contratos con varias empresas, sean privadas o
con el Estado, lo que nos da recursos para mantener la televisora. De igual
forma vendemos publicidad a la Alcaldía, a los municipios, así como a la
pequeña y mediana empresa.
¿Cómo
es eso de qué el 70 % de la programación lo desarrolla la comunidad?
Así
es, la programación es hecha por la comunidad en un 70 %, un 15 % está a cargo
de productores
independientes, y el otro 15 % lo hace la televisora. Aquí los
productores comunitarios audiovisuales independientes manejan sus propios
equipos, reciben el apoyo del Gobierno Bolivariano con la perspectiva de
construir el poder popular.
¿Qué
efectos ha causado la participación de la comunidad en la televisión
alternativa?
Nuestra
consigna es: “No vea la televisión, hágala”. La gente ya sabe cómo funciona la
televisión comunitaria, es la comunidad la que trae el material a la televisora
para que sea pasado, ellos son los dueños de la programación. El choque ha sido
tremendo, la gente ha estado acostumbrada a sentarse a ver la televisión, es
decir, a ser un consumidor de la programación. Ahora el pueblo es el productor,
creador y crítico de su propio espacio.
Con
la televisión alternativa se han fortalecido las organizaciones populares, las relaciones
sociales. En el caso de los comités de tierra, se han logrado
articular mucho mejor a nivel del municipio Libertador, gracias a un programa
de televisión. CATIA TVE ha contribuido en este tiempo a la organización y
movilización de la comunidad.
¿Puede
decirse que CATIA TVE es un medio imparcial?
Nosotros
somos un medio parcializado en la lucha contra el imperialismo, contra la
explotación; además, está parcializada contra el burocratismo dentro del mismo
Estado. Nosotros hemos realizado investigación y generado trabajos para
cuestionar el funcionamiento del mismo gobierno. En este camino, en ocasiones
la comunidad choca con el viejo Estado que todavía no se ha terminado de destruir. El objetivo
es hacer realidad la construcción del nuevo Estado del poder popular.
De
alguna manera estamos con la revolución, pero de alguna manera apoyamos una
revolución dentro de la revolución, o sea ser críticos dentro del nuevo Estado
que se quiere construir.
¿Cómo
es eso de que la comunidad es el actor y productor de la TV?
Cuando
transmitimos la señal nos dirigimos a la población con sus problemas y anhelos,
no al gobernante. Por ejemplo, la comunidad está en contra de la explotación
del níquel que está afectando la salud de la gente, la idea es dirigirse a las
comunidades a que se sumen a conocer el problema para hacer contar con la
participación y movilización de la población. En algunos casos el gobierno
recoge las denuncias y trata de resolver el problema, incluso un ministro llegó
a perder el cargo por una denuncia que se hizo en la televisión.

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